miércoles, 26 de agosto de 2009

Para reflexionar ...

"Ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia del dma de hoy, quienes integramos el Equipo de Sacerdotes para las Villas expresamos a continuacisn nuestra humilde opinisn, que ratifica plenamente aquellas reflexiones que se hicieran pzblicas .

Nosotros somos respetuosos de los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nacisn. Valoramos su autoridad. Ademas creemos en el valor de las instituciones para el crecimiento de nuestra Nacisn.

Por otro lado nuestra palabra sobre la despenalizacisn no pretende ocupar el lugar que tiene la palabra de la Conferencia Episcopal Argentina sobre este tema.

Con espmritu de aportar al dialogo ofreciendo el propio pensamiento y buscando integrar el pensamiento diferente- y no de confrontar, hicimos pzblico nuestro documento: La droga en las Villas: despenalizada de hecho .

Quermamos defender a nuestros vecinos villeros -estigmatizados por tantas cosas-, afirmando que una cosa es la Villa y otra el narcotrafico. Y seqalar que los primeros que sufren las consecuencias del narcotrafico son los habitantes de estos barrios humildes.

El Evangelio de Jeszs nos invita a pararnos en las periferias geograficas y existenciales y desde allm mirar. Nos invita a entrar en comunisn con los mas pobres, y desde los pobres llegar a todos. Este camino desde los pobres a todos nos parece un programa mas que valido a la hora de trazar polmticas de Estado, a la hora de legislar y a la hora de juzgar.

Muchos de los niqos, adolescentes y jsvenes de nuestros barrios no viven sino que sobreviven y muchas veces la oferta de la droga les llega antes que un ambiente dichoso y sano para jugar, llega antes que la escuela, o llega antes que un lugar para aprender un oficio y poder tener un trabajo digno. Se acortan asm las posibilidades de darle un sentido positivo a la vida. Hoy, fundamentalmente, en nuestra cultura la dignidad de la vida se juega en el eje inclusisn-exclusisn; comunisn-aislamiento (Carta pastoral de la CEA, del 20 de agosto del 2009. N: 22)

No pretendemos que la responsabilidad frente a esta situacisn de desigualdad de oportunidades quede sslo en manos del Estado. La solidaridad es en primer lugar que todos nos sintamos responsables de todos. (Cf. CIV 38)

Nos preguntamos: ?csmo decodifican los chicos de nuestros barrios la afirmacisn de que es legal la tenencia y el consumo personal? Nos parece que al no haber una polmtica de educacisn y prevencisn de adicciones intensa, reiterativa y operativa se aumenta la posibilidad de inducir al consumo de sustancias que daqan el organismo. La experiencia de acompaqar a jsvenes en el camino de recuperacisn y reinsercisn social nos ha permitido escuchar el testimonio de muchos que han empezado consumiendo pequeqa cantidad de marihuana y de pronto se encontraron consumiendo drogas mas daqinas aun como el paco. La vida se les volvis ingobernable. Por eso desde nuestro punto de vista las drogas no dan libertad sino que esclavizan. La despenalizacisn a nuestro parecer influirma en el imaginario social instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daqo.

Vemos la buena intencisn de los que buscan no criminalizar al adicto, es una locura criminalizar la enfermedad. Pero intentemos pararnos nuevamente desde la perspectiva de las familias mas vulnerables. Sin un buen sistema de salud, sin polmticas fuertes de prevencisn, sin un sistema educativo realmente inclusivo y eficiente, el znico encuentro del adicto y su familia que pide ayuda- con el Estado es la justicia. Despenalizar en estas condiciones, es dejar abandonado al adicto, no hacerse cargo de su derecho a la salud. La dinamica misma de la adiccisn, lleva muchas veces a hacer cualquier cosa para satisfacer el deseo de consumo. El prsximo encuentro entre el Estado y el adicto ya no sera en la enfermedad, sino en el delito que a veces nace de ella.

Usando una imagen podrmamos decir entonces que la discusisn sobre la despenalizacisn corresponde a los zltimos capmtulos del libro y no a los primeros.

Pedimos a la Virgen de Lujan, Madre del Pueblo, que cuide y proteja a sus hijos que padecen el flagelo de la droga, de fuerzas a sus familias y luz a nuestra sociedad para generar vmnculos de promocisn y solidaridad.

Equipo de Sacerdotes para las Villas de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires.
Buenos Aires, 25 de Agosto de 2009.+

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