jueves, 31 de diciembre de 2009

Víctimas de Cromañón


Estos días que rodean la celebración de la Navidad el tono es precisamente el de esta mujer anciana, de 84 años. Le hablaba acerca del Niño a todos en Israel. Esta mujer movida por el Espíritu Santo, que había visto cosas en la vida. Que había visto triunfos y derrotas, noblezas e hipocresías. Esta mujer que sabía lo que era el dolor y el sufrimiento, sale de sí y reconoce que ese Niño es la promesa de su pueblo, que ese Niño es el que trae la paz, el consuelo, la fortaleza el triunfo definitivo.

Nosotros que hoy venimos a orar en el 5º aniversario de esta tragedia, necesitamos que se nos hable de lo único que puede dar sentido a un sinsentido como el que hemos vivido. Necesitamos de la sabiduría de tantos hombres y mujeres de nuestro pueblo que, como la profetisa Ana, nos digan “éste es el que te va a dar el sentido definitivo a tu sufrimiento, tu dolor”.

Venimos a llorar, llorar por más que esos 194. A llorar por nuestra ciudad que no llora todavía. Nuestra ciudad que no tiene lágrimas de madre para esos hijos que hoy recordamos y para tantos otros que ella abandonó.

Esta ciudad vanidosa, casquivana, orgullosa, coimera. Esta ciudad que maquilla las heridas de sus hijos para que no la hagan sufrir. No las cura, las maquilla. Esta ciudad que esconde a sus ancianos mal alimentados, los arrincona porque no quiere ver el sufrimiento de los que nos dieron la vida.

Ciudad que abandona a sus chicos, que elegantemente los llama “chicos en situación de calle”. Se desprende de ellos y los tira a la calle.

Esta ciudad no llora y porque esta ciudad no sabe llorar no es madre y nosotros hoy venimos aquí a llorar para que esta ciudad sea más madre. Para que esta ciudad en vez de matar, aprenda a parir. Para que esta ciudad sea promesa de vida. LLoramos recordando estos jóvenes que han muerto y le decimos a esta ciudad “mirá, la mayoría de ellos murieron entrando y saliendo para salvar a otros, no se escaparon para salvar el pellejo”. Le decimos a esta ciudad que sea madre solidaria como lo fueron estos chicos que dieron testimonio entrando y saliendo hasta no pudiendo salir más.

El dolor no se va, camina con nosotros. Lo peor que podemos hacer es la receta del espíritu mundano que es anestesiarlos con otras noticias, con otras atenciones, con otras distracciones. El dolor hay que asumirlo como ustedes lo asumen. Ustedes están más cercanos, nosotros los que estamos más lejos, también queremos asumir a aquellos que están muertos, lo tratamos de hacer. Hay que asumirlos y dejar que se añejen en nuestro corazón y se transformen en semilla de fecundidad.

Esta viejita de 84 años que decía “éste es, éste es” se lo decía delante de su madre a la cual un ratito antes le habían dicho que ese chico iba a ocasionarle un dolor muy grande, una espada le iba a traspasar el corazón.

Hoy les digo a ustedes: miremos al Niño. Es el único que puede hacer añejar el dolor en nuestro corazón y transformarlo en sabiduría. Y en el Niño miremos a nuestros niños, los que se fueron y a los adultos que los acompañaron. Y miremos a la Madre. Pidámosle a la Madre, que sabe lo que es sufrir, que haga madre a esta ciudad compadrita, superficial y que le cuesta dar vida.

Que así sea.+

JM Bergoglio, Obispo primado de la Argentina

Si quieres promover la paz, protege la creación

Mañana, 1 de enero, se celebra la Jornada Mundial de la Paz, que este año lleva por lema "Si quieres promover la paz, protege la creación".

Benedicto XVI se refirió en los años anteriores al "don de Dios en la verdad" (2006), al "fruto del respeto de la persona humana" (2007), a la "expresión de la comunión de la familia humana", y al "llamado a eliminar cualquier forma de pobreza material e inmaterial" (2009). Ahora, siguiendo un ideal itinerario de paz, llega al contexto en que la humanidad recibe la vocación a la paz: la creación.

En su mensaje, el Papa ofrece "una visión cósmica de la paz que se realiza en un estado de armonía entre Dios, la humanidad y la creación" y "en esa perspectiva el ambiente degradado expresa no solamente una ruptura del equilibrio entre la humanidad y la creación, sino un profundo deterioro de la unión entre la humanidad y Dios".

El Santo Padre manifiesta la "necesidad de actuar", pero "no propone soluciones técnicas, ni se entromete en políticas gubernamentales", sino que "llama al compromiso de la Iglesia en defensa de la tierra" y enumera una serie de "perspectivas para un camino común de la humanidad" que parte de "una visión no reductora de la naturaleza y del ser humano", un llamamiento a la responsabilidad colectiva, "una revisión profunda del modelo de desarrollo".

En el texto pide también "coherencia en materia de la destinación universal de los bienes de la creación", se resalta la "necesidad de una solidaridad renovada entre las generaciones, proyectada en el espacio y el tiempo" y "entre los países desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo, sin alimentar visiones parciales que tienden a extremar algunas responsabilidades respecto a otras". Por último, el Papa aboga por "una utilización equilibrada de los recursos energéticos".

Benedicto XVI concluye expresando "esperanza en la inteligencia y la dignidad del ser humano" y trazando un "recorrido de profundo equilibrio interior y exterior, entre el Creador, la humanidad y la creación".

Extractos del mensaje
"Aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral -guerras, conflictos internacionales y regionales, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos-, no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado. Por este motivo, es indispensable que la humanidad renueve y refuerce "esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos".

En 1990, Juan Pablo II habló de "crisis ecológica" e hizo notar "la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad". Este llamamiento se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes manifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no tomar en seria consideración. ¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas que se derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales? ¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados "prófugos ambientales", personas que deben abandonar el ambiente en que viven -y con frecuencia también sus bienes- a causa de su deterioro, para afrontar los peligros y las incógnitas de un desplazamiento forzado? ¿Cómo no reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros potenciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales? Todas éstas son cuestiones que tienen una repercusión profunda en el ejercicio de los derechos humanos como, por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y al desarrollo".

No se puede valorar la crisis ecológica separándola del concepto mismo de desarrollo y de la visión del hombre y su relación con sus semejantes y la creación. Por tanto, resulta sensato hacer una revisión profunda y con visión de futuro del modelo de desarrollo, reflexionando además sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo requiere también, y sobre todo, la crisis cultural y moral del hombre, cuyos síntomas son patentes desde hace tiempo en todas las partes del mundo".

Las situaciones de crisis son también, en el fondo, crisis morales relacionadas entre sí. Éstas obligan a replantear el camino común de los hombres. Obligan, en particular, a un modo de vivir caracterizado por la sobriedad y la solidaridad, con nuevas reglas y formas de compromiso, apoyándose con confianza y valentía en las experiencias positivas que ya se han realizado y rechazando con decisión las negativas. Sólo de este modo la crisis actual se convierte en ocasión de discernimiento y de nuevas proyecciones".

El deterioro ambiental es frecuentemente el resultado de la falta de proyectos políticos de altas miras o de la búsqueda de intereses económicos miopes, que se transforman lamentablemente en una seria amenaza para la creación. Cuando se utilizan los recursos naturales, hay que preocuparse de su salvaguardia, previendo también sus costes -en términos ambientales y sociales-, que han de ser considerados como un capítulo esencial del costo de la misma actividad económica. Compete a la comunidad internacional y a los gobiernos nacionales dar las indicaciones oportunas para contrarrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente que lo perjudique. Para proteger el ambiente, para tutelar los recursos y el clima, es preciso, por un lado, actuar respetando unas normas bien definidas incluso desde el punto de vista jurídico y económico y, por otro, tener en cuenta la solidaridad debida a quienes habitan las regiones más pobres de la tierra y a las futuras generaciones".

Parece urgente lograr una leal solidaridad intergeneracional. El uso de los recursos naturales debería hacerse de modo que las ventajas inmediatas no tengan consecuencias negativas para los seres vivientes, humanos o no, del presente y del futuro; que la tutela de la propiedad privada no entorpezca el destino universal de los bienes; que la intervención del hombre no comprometa la fecundidad de la tierra, para ahora y para el mañana".

Se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional, especialmente en las relaciones entre países en vías de desarrollo y aquellos altamente industrializados: La crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que se proyecte en el espacio y el tiempo. En efecto, entre las causas de la crisis ecológica actual, es importante reconocer la responsabilidad histórica de los países industrializados. No obstante, tampoco los países menos industrializados, particularmente aquellos emergentes, están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la creación, porque el deber de adoptar gradualmente medidas y políticas ambientales eficaces incumbe a todos. Esto podría lograrse más fácilmente si no hubiera tantos cálculos interesados en la asistencia y la transferencia de conocimientos y tecnologías más limpias".

Es indudable que uno de los principales problemas que ha de afrontar la comunidad internacional es el de los recursos energéticos, buscando estrategias compartidas y sostenibles para satisfacer las necesidades de energía de esta generación y de las futuras. Para ello, es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso. Al mismo tiempo, se ha de promover la búsqueda y las aplicaciones de energías con menor impacto ambiental, así como la "redistribución planetaria de los recursos energéticos, de manera que también los países que no los tienen puedan acceder a ellos".

Para llevar a la humanidad hacia una gestión del medio ambiente y los recursos del planeta que sea sostenible en su conjunto, el hombre está llamado a emplear su inteligencia en el campo de la investigación científica y tecnológica y en la aplicación de los descubrimientos que se derivan de ella. La "nueva solidaridad" propuesta por Juan Pablo II y la "solidaridad global", que he mencionado en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009, son actitudes esenciales para orientar el compromiso de tutelar la creación, mediante un sistema de gestión de los recursos de la tierra mejor coordinado en el ámbito internacional, sobre todo en un momento en el que va apareciendo cada vez de manera más clara la estrecha interrelación que hay entre la lucha contra el deterioro ambiental y la promoción del desarrollo humano integral.

En definitiva, es necesario superar la lógica del mero consumo para promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos. La cuestión ecológica no se ha de afrontar sólo por las perspectivas escalofriantes que se perfilan en el horizonte a causa del deterioro ambiental; el motivo ha de ser sobre todo la búsqueda de una auténtica solidaridad de alcance mundial, inspirada en los valores de la caridad, la justicia y el bien común.

Cada vez se ve con mayor claridad que el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de consumo y producción actualmente dominantes, con frecuencia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental e incluso económico. Todos somos responsables de la protección y el cuidado de la creación. Esta responsabilidad no tiene fronteras. Según el "principio de subsidiaridad", es importante que todos se comprometan en el ámbito que les corresponda, trabajando para superar el predominio de los intereses particulares. Un papel de sensibilización y formación corresponde particularmente a los diversos sujetos de la sociedad civil y las Organizaciones no gubernativas, que se mueven con generosidad y determinación en favor de una responsabilidad ecológica, que debería estar cada vez más enraizada en el respeto de la "ecología humana".

La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre frente al peligro de la destrucción de sí mismo. Los deberes respecto al ambiente se derivan de los deberes para con la persona, considerada en sí misma y en su relación con los demás. Por eso, aliento de buen grado la educación de una responsabilidad ecológica que, como he dicho en la Encíclica "Caritas in veritate" salvaguarde una auténtica "ecología humana" y, por tanto, afirme con renovada convicción la inviolabilidad de la vida humana en cada una de sus fases, y en cualquier condición en que se encuentre, la dignidad de la persona y la insustituible misión de la familia, en la cual se educa en el amor al prójimo y el respeto por la naturaleza.

Por otro lado, una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma. El Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción del mundo que nos rodea inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los otros seres vivientes. De este modo, se anula en la práctica la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista de la "dignidad" de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista.

Si quieres promover la paz, protege la creación". La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. Los cristianos ofrecen su propia aportación, iluminados por la divina Revelación y siguiendo la Tradición de la Iglesia. Consideran el cosmos y sus maravillas a la luz de la obra creadora del Padre y de la redención de Cristo, que, con su muerte y resurrección, ha reconciliado con Dios "todos los seres: los del cielo y los de la tierra".+

viernes, 25 de diciembre de 2009

"Por Tú Palabra echaré las redes"

Comparte con todos ustedes esta gran alegría...





Feliz Navidad




FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS QUE CAMINAMOS EN ESTA PASTORAL JUVENIL, CON NUESTROS SUEÑOS, CON NUESTROS PROYECTOS, CON NUESTRAS EXPERIENCIAS Y EMOCIONES, AUNQUE MUCHAS VECES CANSADOS, BAJONEADOS ...
QUE ESTE ACONTECIMIENTO DEL NACIMIENTO DE JESUS NOS RENUEVE LA ESPERANZA Y NOS LLENE DE ALEGRÍA PARA PODER COMPARTIRLO CON MUCHOS JÓVENES, UN ABRAZO
Y QUE EL NIÑO JESÚS BENDIGA SUS SUEÑOS, PROYECTOS Y SUS FAMILIAS

PASTORAL JUVENIL
PARROQUIA ITATI
RESISTENCIA

Para reflexionar

En la primera lectura, el profeta Isaías enmarcaba el acontecimiento que celebramos hoy, el pueblo que caminaba en tinieblas ha visto la gran luz, sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado la luz. El anuncia algo muy grande, anuncia el desborde de la presencia de Dios en medio de todas las cadenas, de todos engaños de la idolatría. Y lo anuncia en términos de tinieblas y la luz.

El Señor a lo largo de los siglos iba inculcando a su pueblo él era el único Dios y que él era quien los iba a conducir en el camino de la verdad, era el único que lo iba a conducir en el camino de la verdad.

El pueblo siempre tuvo la tentación de caer en idolatría. La historia no cambia hoy nos pasa lo mismo. Tenemos oscuridades en el corazón, oscuridades en la familia, en la ciudad, en el país, en el mundo. Oscuridades existenciales que las queremos solucionar con más oscuridades. Nos dejamos engañar por luces que no son verdaderas. Por farolitos de artificiales, o por grandes fuegos artificiales que iluminan un minuto y después se van. La luz de Dios es mansa y se nos mete en la vida y nos va acompañando con mansedumbre a lo largo de toda la vida. Así nos ilumina el Señor con mansedumbre y con paciencia. Siglos y siglos de paciencia que todavía tiene hoy. Paciencia para con nuestro corazón rebelde que prefiere la lucecita del momento propia de un ídolo a la gran luz del Hijo que se manifiesta.

Un obispo dijo públicamente “nos han secuestrado la Navidad”. Parece que la Navidad es correr detrás de las lucecitas, colmar los shopping abiertos hasta las cuatro de la mañana, todos apurados, y con la cabeza en mil cosas. Después cuando reposamos un poco, ya se nos pasó. Ese es el sentido de la Navidad, ese es el sentido de la luz de Dios en medio de las tinieblas. Me gustó la frase. Nos han secuestrado la Navidad y hay que rescatarla. Rescatarla abriendo el corazón a la luz. ¿Cómo se hace en medio de las tinieblas? Al igual que los pastores, el ángel les dice: “No teman, esto les servirá de señal” Y cuál es la señal, un niño, nos marca la ternura de Dios.

Dios nuestro padre se vuelca con ternura. Ese Dios manso que fraguó su mansedumbre en la paciencia, se acerca de la manera más indefensa. La señal es la ternura y hoy, al desearles feliz Navidad, quiero decirles, simplemente, les quiero decir que no le tengan miedo a la caricia de Dios, a la ternura de Dios, ténganle miedo sí, a la espectacularidad de los ídolos de moda, piensen en esta Navidad secuestrada y rescátenla, dejándose acariciar por la ternura de Dios, no le tengan miedo.

El nos decía a través del profeta Isaías: “Acaso una madre se puede olvidar del hijo que lleva en sus entrañas. Aunque una madre se olvidará, yo no me voy a olvidar de vos”. Nos tiene metido en su memoria, por eso al desearles Feliz Navidad, les pido esto: “Déjense querer por ese amor tan tierno, tan de madre y de padre con el cual Dios se manifiesta, y no se dejen engañar por los ídolos que no nos pueden prometer absolutamente nada. La ternura de Dios, la caricia de Dios, es la Feliz navidad de esta noche”.+

www.aica.org

Navidad


El sentido de la fiesta navideña es la Palabra, de la que el himno
de Juan (d. Jn 1) dice que al principio estaba junto a Dios. De
esta Palpbra se dice también que se hizo carne y habitó entre nosotros.
Este es el acontecimiento que celebramos cada año en Navidad:
Dios ha venido a nosotros. El nos quita la falta qe sentido y
las monótonas repeticiones de nuestra vida cotidiana. El mismo es
el sentido que da contenido a nuestra vida.
Estamos acostumbrados a traducir así la primera frase del evangelio
de Juan: «En el principio ya existía la Palabra». Pero el término
griego logos que se encuentra en nuestro texto, es mucho más
amplio. Logos no connota tanto a la pura palabra sino más bien el
sentido que viene expresado mediante la palabra. En logos, sentido
y palabra son inseparables: el sentido, pues, que captamos en
cualquier acontecimiento, supera siempre el episodio concreto que
puede ser expresado solamente con palabras. Si uno dice: «Te deseo
muchas felicidades» o «Feliz Navidad», no se dirige cordialmente
a otro solamente en este momento, sino que con estas palabras
expresa algo que trasciende el momento. Así cada sentido
supera el momento y el concreto evento en que se produce el encuentro.
Cuando en Navidad oimos decir: «Nos ha nacido un
niño», pensamos en el Niño del pesebre y en todos los demás niños,
si bien diferenciándolo de todos, porque él no ha nacido sólo
para sus padres, sino también para todos nosotros. También así el
sentido del acontecimiento supera siempre el episodio particular, a
través del cual ha entrado en nuestra vida. Quien ve sólo lo que tiene
ante los ojos no capta el sentido, ni el de la Navidad ni el de la
vida en general. El sentido, es decir, la profundidad de la realidad
que constituye su contenido. Y porque el sentido de cada acontecimiento
trasciende lo que está ante los ojos, para captarlo tenemos
necesidad de la palabra.
Si ahora decimos que: «En el principio era el Sentido», queremos
expresar que en el principio era lo que da contenido y significado
a toda vida. Esta es la profundidad de la realidad, de la que
se habla cuando se usa la Palabra de Dios. Este sentido último, que
confiere contenido significado a cualquier otro evento, ha sido
participado al mundo en el acontecimiento de Navidad.
Pannenberg,Presenza di Dio, Brescia 1974, 119-120

sábado, 19 de diciembre de 2009

Felicidades Hugo!


Muy contentos!!! Porque esta mañana el Diacono Hugo Salas quien nos acompaña en nuestra pastoral se congregó ante el Señor, en la capilla Nuestra Señora de Lourdes (Parroquia San Bartolomé) en San Salvador de Jujuy,.
Vos nos agradeces a nosotros por los momentos compartidos, los encuentros, las reuniones, los campamentos, etc. Nosotros te agradecemos a vos y a Dios por estar con nosotros en nuestro camino de conocer amar y servir a Jesús, porque nos haces amarlo con tu testimonio, con tu alegría, con tu presencia. Gracias por tus consejos, por interesarte por nosotros. Nos hubiese gustado estar allá con vos hoy, pero te esperamos acá…
“Señor ayúdalo y fortalécelo a crecer en el amor y santidad para que responda plenamente a tu llamada”
Grupo Juvenil.
Parroquia Nuestra Señora de Itatí.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Tercer Domingo de Adviento


La alegría es oración. la alegría es fuerza. Es como una red de amor que coge a las almas. Dios ama al que da con alegría. El que da con alegría, da más. No hay' mejor manera de manitestar nuestra gratitud a Dios y a los hombres que aceptar todo con alegría.
Un corazón ardiente de amor es necesariamente un corazón alegre. No dejéis nunca que la tristeza se apodere de vosotros hasta el punto de olvidar la alegría de Cristo resucitado. Continuad dando Jesús a los demás, no con palabras sino con el ejemplo, por el amor que os une a él, irradiando su santidad y difundiendo su amor profundo, id por todas partes. Que vuestra tuerza no sea otra que la alegría de Jesús. Vivid felices y en paz. Aceptad todo lo que él da y dad todo lo que él toma con una gran sonrisa.
(Madre Teresa de Calcuta)

Superticiones

¡Buen día! “La superstición es la religión de las almas débiles”. La idea pertenece a Burke y expresa en dos palabras una vieja realidad que se repite en todas partes: la superstición es una creencia que se relaciona de algún modo con la debilidad humana. Tiene algo de religión, en cuanto se aceptan postulados como dogmas sin discusión, y tiene que ver con la debilidad en cuanto las supersticiones se transforman en refugios (absurdos, pero refugios al fin) de inseguridades profundas que anidan en el corazón del hombre.

Barbey D’Aureville va un poco más allá cuando sostiene que “en todas las almas, hasta en las más grandes, hay débiles zonas escondidas en las que se refugian y arraigan supersticiones”. Aquí no se trata de distinguir entre almas fuertes y débiles, sino de reconocer que es un fenómeno que se da en todos, aun cuando en unos más que en otros.
Una opinión que podrá discutirse, desde luego; pero que merece también ser escuchada. Lo que no puede negarse es que, desde hace varios años, las supersticiones van extendiéndose, con nuevos inventos y nuevas adhesiones. Lo paradójico es que esta expansión supersticiosa coincide con el orgulloso adelanto de la ciencia, que debiera ir desplazando esas formas irracionales —primitivas, diría— de vivir y de pensar.
Y hablando de pensar, en realidad se piensa poco, porque si se lo hiciera más, fácilmente se percibiría la ridiculez de poner, por ejemplo, la confianza en ciertos objetos como una pata de conejo o una herrumbrada herradura. Neimar de Barros, un agudo pensador brasileño, decía que “si una pata de conejo diese suerte, el conejo encontraría zanahoria en cada matorral donde pasara”. Sobre la herradura, Barros es
todavía más cáustico: “Quien pone herraduras detrás de la puerta para tener suerte tiene mentalidad suficiente para usarlas un día en la planta de sus pies”.
¿Y el tema del gato negro? Hay quienes le temen con horror. Pensándolo bien, no faltan motivos en algunos casos. Graham Green comentaba con acierto: “Nunca convencerás a un ratón de que un gato negro trae buena suerte”. Lo cual está muy bien para la realidad y la inteligencia de un ratón...
¡Hasta mañana!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Corona de Adviento

La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad.

La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Una costumbre significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo es La corona o guirnalda de Adviento, es el primer anuncio de Navidad.

Origen:
La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.

Nueva realidad:
Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.». La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."

En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.

La corona de adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada domingo de adviento encendemos una vela mas hasta llegar a la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si no hay velas de esos colores aun se puede hacer la corona ya que lo mas importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.

La corona de adviento encierra varios simbolismos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO

En algunas parroquias o colegios se hace la bendición de las Coronas de Adviento. Si no sepuede asistir a estas celebraciones, se puede hacer la bendición en familia con la siguiente oración:

Señor Dios, bendice con tu poder
nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

Nuestra Señora de Guadalupe 12 de Diciembre



En la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América, la liturgia nos propone una bella consideración sobre el papel de María en la Historia de Salvación, que nos permite al mismo tiempo ubicarnos en el tiempo de preparación para la Navidad.

La carta a los Gálatas presenta al hijo de Dios, "nacido de mujer" como el liberador de la Ley.

En el tiempo de la vida de Jesús de Nazaret, los fariseos habían convertido a la Ley en una carga que sometía al ser humano, perdiendo su sentido original de oferta y ayuda para el pueblo. Recordemos la actitud de libertad de Jesús frente a los mandatos de la Ley, cómo cura a los enfermos o recoge espigas en sábado. Pues bien, Pablo nos dice que Jesús nos liberó de la Ley para recibir la condición de Hijos de Dios, condición que nos permite llamar a Dios. Esta palabra aramea está tomada del lenguaje de los niños, que con una confianza ilimitada, sin elaborar la noción racional de padre y cuando aún no comprende lo que dice, expresa su experiencia existencial de seguridad llamando a papá y a mamá. Sólo aquel que acepta la confianza contenida dentro de la palabra Abba, aquel que como niño puede llamar a Dios Abba, encuentra el camino del Reino de Dios.

Este derecho nos lo ganó el Hijo de María, la Virgen Nazarena que aceptó su papel de Madre del Salvador, y demostró en su vida cómo se vive la experiencia de Dios, en su disponibilidad para aceptar la Palabra de Dios, y en su fe profunda. Por eso se le considera modelo del cristiano.

María se puso en camino, nos dice el Evangelista. En camino vivimos todos, pero para María es diferente porque lleva en su seno al Hijo de Dios. Al visitar a su prima Isabel revela una actitud de solidaridad, un saber estar en la compañía de quien la necesita, llevándole sobre todo la alegría de la presencia del Señor. Seguramente la primera comunidad cristiana la reconoció como una mujer especial. Isabel saluda a María como "bendita entre todas las mujeres"; (ya el ángel la había llamado "llena de gracia", Lc 1,28), porque Dios Padre la ha bendecido con el Hijo, y de esta manera ella se convierte en el vehículo de la salvación de Dios a su pueblo. Este es el papel de María en la Historia de salvación. La Madre que desaparece en el evangelio porque es la hora de Jesús

Realmente la vida de María estaba comprometida con su hijo, pero ella reconoce que así como por Jesús se llega al Padre, a Jesús se llega por medio de los hermanos y hermanas (Caná, al pie de la cruz...). María y Jesús son como dos momentos de un misterio de autocomunicación salvadora de Dios.

Se ha reflexionado mucho en los últimos años sobre María de Guadalupe, que ha aparecido más y más como "modelo de evangelización". Una evangelización que se incultura en el lenguaje del pueblo en vez de venir vestida con el ropaje de la cultura forastera del evangelizador. Una evangelización que no parte del centro sino de la periferia. Que no viene de arriba sino de abajo. Que no tiene como protagonista al obispo o al poderoso sino al laico y al pobre. Hay mucho escrito sobre ello y podrá ser útil reflexionarlo y recordarlo al pueblo creyente en lo que puede ser una forma fácil de convertir la novena en una ocasión de evangelización y de revisión de nuestra evangelización.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Desaparecidos hoy

¡Buen día! Hablar de desaparecidos es referirse sobre todo a la aberrante época de los setenta, cuando miles de personas sobre todo jóvenes fueron “chupadas” por las Fuerzas Armadas que debían estar al servicio del país y por fuerzas de seguridad que secundaban semejante horror.

Afortunadamente ese tiempo ya pasó, aunque todavía quedan las heridas abiertas reclamando verdad y justicia. Hoy padecemos -en plural, porque a todos nos afecta, directa o indirectamente- dolorosas desapariciones, descritas por una madre del dolor en una carta que no tiene desperdicio. Firmada por Dinora Vros, expresa cuanto sigue:
“Yo reivindico permanentemente la memoria por los desaparecidos durante la dictadura militar. No acepto el terrorismo de Estado. Hoy no sé qué nombre ponerle a esta situación. ¿Cómo llamaremos a los chicos que llevaron de sus hogares, a las habitaciones vacías de sus cuerpos? ¿Cómo llamaremos a las personas que son obligadas a subir a un auto encapuchadas, maniatadas y sometidas a laceraciones? ¿Qué nombre le ponemos a Ia privación de la libertad? Aquélla era ilegítima y esta, ¿qué es?
¿Habrá mañana un museo de la memoria, con una larga lista de muertos y desaparecidos en estos últimos años? ¿Habrá un juicio a los dirigentes por incapacidad, por no saber defender a su pueblo? ¿Alguien los juzgará? ¿Qué color de pañuelo usarán en la cabeza las madres del dolor? ¿Llenará la Justicia los brazos vacíos que acunan nombres, fotos y fechas de los hijos paridos?
Estaremos las madres de vuelta marchando, pidiendo justicia en silencio. Mientras tanto, la historia bosquejará páginas teñidas de angustia, de un libro que se llamará ‘Nunca más”.
La carta comenzaba diciendo: “Cada vez que un chico es secuestrado, mi hijo falta de casa. No sé cómo parar este miedo en el que vivimos. A veces creo que hemos naturalizado el horror”.
No reaccionar es malo, pero acostumbrarse al horror es todavía peor. ¿Saldrán a protestar las madres del dolor con un pañuelo en la cabeza? Ojalá que sí. Y que sea color verde. El color de la esperanza. Y de la vida.
¡Hasta mañana!

Julio López es un desaparecido en tiempo de democracia K ...

Sin política en la búsqueda ...

Día de los Derechos Humanos

“Los Derechos Humanos, tan nombrados públicamente en estos días y, sin embargo, tan poco respetados. Con una gran vigencia normativa, pero con tanto por avanzar para su pleno goce y ejercicio. Es una ocasión que nos convoca para aceptar el desafío de pensar juntos y juntas los graves sucesos que nos involucran a todos y todas como sociedad y que configuran violaciones a los derechos humanos”,dice el Departamento Justicia y Paz, de la Vicaría de Solidaridad del obispado de Quilmes.

En un documento con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra hoy, el organismo diocesano asegura que “a sesenta y un años de la proclamación universal de los Derechos Humanos, diariamente descubrimos cuánto falta para su efectivo respeto y vigencia, y nos alarmamos cuando la democracia, presupuesto necesario para ese efectivo respeto y vigencia, se ve debilitada como lo ha sido en estas últimas elecciones, mediante las figura de la candidaturas testimoniales”.

Asimismo, recuerda que “cuando hablamos de violaciones a los derechos humanos, hablamos de vulneraciones que atentan contra los derechos fundamentales del hombre, y que son cometidas por el Estado, en forma directa por su accionar o en forma indirecta por su omisión”.

Tras precisar que “sin perjuicio de la primordial responsabilidad del Estado en este aspecto, es bueno recordar que en los hechos, es tarea de todos y todas, colaborar de alguna manera para avanzar en la plena vigencia de estos derechos”, subraya que “existe un grado de responsabilidad de cada ciudadano y ciudadana, y esa responsabilidad tiene el ancho de las posibilidades de las que se goza, es así que se aplican plenamente las palabras de Jesús cuando dice: ‘A quien se le dio mucho, se le pedirá mucho...’”.

“Es por ello que, en nuestro caso, no decir en voz alta y con claridad, las situaciones que atentan contra la dignidad humana y violan los derechos humanos, significaría una irresponsabilidad cercana a la complicidad, que la raíz del mensaje profético del evangelio nos impulsa a evitar”, explica.

El Departamento Justicia y Paz hizo una breve reseña de “algunas de las innumerables situaciones de vulneración a los Derechos Humanos, de las que hemos tomado conocimiento durante este 2009 y que en forma urgente deben ser abordadas y reparadas”.

“Concluimos esta breve carta, una vez más en este año, con las palabras del salmista que nos inspiran y fortalecen en la tarea de promocionar el respeto por los derechos humanos, al expresar que ‘el amor y la verdad se encontrarán, la justicia y la paz se abrazarán; la verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos”.+

miércoles, 9 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

Humor sobre la mayoría de edad ...

Ordenación Diaconal

La ordenación diaconal de Moisés fue un momento muy importante para la Congregación, pero tambien muy especialmente para la Comunidad de Malagueño (Córdoba), ya que Moisés prestará su servicio pastoral en esta comunidad.

Por eso la comunidad acompaño, no solamente la celebración de ordenación, sino también los festejos que hicieron en el salón del colegio, al lado de la parroquia.

Los jóvenes del grupo juvenil de Malagueño ("Alma misionera") fueron protagonistas de la ordenación también, ya que prepararon con mucho esmero la celebración y la fiesta. Acá en esta foto, en el día anterior pelando papas para preparar la ensalada rusa.

La comunidad de Malagueño ahora estará integrada por el p. Severino y el Diácono Moises.

Un abrazo y que Dios acompañe a Moisés en su nuevo ministerio al servicio de la Iglesia en Malagueño.

Comunidad de Malagueño

Caminando por Malagueño en las calles de la ciudad se pueden encontrar estos interesantes murales que pintaron los chicos de la Escuela parroquial.

Podríamos decir una muestra callejera de nuestra espiritualidad, lo que sobresale es la cruz dehoniana, y la figura del p. Dehon.



Estos murales fueron realizados por los alumnos del Instituto Sagrado Corazón de Malagueño (Córdoba)

Hacia un Bicentenario ...

Una invitación para acompañar a nuestro pueblo con nuestra oración,

sábado, 5 de diciembre de 2009

2° Domingo de Adviento



"bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto".

La soledad es el horno de la transformación. Sin soledad seguimos siendo víctimas de nuestra sociedad, seguimos enredados en las ilusiones de nuestro falso yo. Jesús mismo entró en este horno (...).
Para entender el verdadero significado de la soledad, es necesario desenmascarar algunas ideas deformadas de la misma. Todos admitimos la necesidad de algunos ratos de soledad. Sin embargo, lo que queremos a veces decir es la necesidad que tenemos de un tiempo y un lugar para nosotros mismos, un tiempo y un lugar en que nadie nos moleste. Soledad es a menudo para nosotros sinónimo de privado.
Es más, pensamos en la soledad como una especie de estación de servicio en la que podemos cargar nuestras baterías, o como el rincón de un ring de boxeo en el que ponen aceite en nuestras heridas, dan masaje a nuestros músculos y nos animan a seguir en la lucha mediante eslóganes apropiados. Para ser breves, pensamos
en la soledad como en el lugar en que reparamos nuestras fuerzas para proseguir la competencia incesante de nuestras vidas.
No es ésta la soledad de Juan Bautista, san Antonio o san Benito, de Carlos de Foucauld o los hermanos de Taizé. Para ellos, la soledad no es un lugar terapéutico privado, sino el lugar de la conversión, el lugar donde muere el viejo yo y nace uno nuevo, el lugar donde emerge el hombre nuevo y la mujer nueva.
(H. J. M. Nouwen, El camino del corazón, Madrid 1986, 21-23).

martes, 1 de diciembre de 2009

Ordenación Sacerdotal



Esta es mi tarjeta de ordenación, desde ya cuento con sus oraciones, y los hago partícipes de esta alegría.
El 19 de Diciembre de 2009 en S.S. de Jujuy en la Capilla de Lourdes, a hs. 10.00 y mi primera misa la rezaré en San Pedro y San Pablo el domingo 20 a hs 20.

Gracias por los que me acompañarán y los demás seguro nos unimos en la Eucaristía. un abrazo.
hugo scj