miércoles, 31 de marzo de 2010

sábado, 27 de marzo de 2010

Semana Santa

Domingo de Ramos

«Sobre la vida y la obra de Jesús, la carta a los Hebreos puso como lema una frase del salmo 40: «No quisiste sacrificio ni oblación; pero me has formado un cuerpo» (Hb 10, 5). En lugar de los sacrificios cruentos y de las ofrendas de alimentos se pone el cuerpo de Cristo, se pone él mismo. Sólo «el amor hasta el extremo», sólo el amor que por los hombres se entrega totalmente a Dios, es el verdadero culto, el verdadero sacrificio. Adorar en espíritu y en verdad significa adorar en comunión con Aquel que es la verdad; adorar en comunión con su Cuerpo, en el que el Espíritu Santo nos reúne.»
Jueves Santo
La liturgia del Jueves Santo es una invitación a profundizar concretamente en el misterio de la Pasión de Cristo.

«Antes del día de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegó la hora en que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, les amó hasta el fin. Y hecha la cena, habiendo ya el diablo inspirado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariotes, que lo entregase, sabiendo que el Padre lo había entregado a su potestad y que de Dios salió y a Dios va, se levanta de la cena y depuso sus vestiduras; y tomando un paño se ciñó con él; después echó agua en una jofaina y empezó a lavar los pies de sus discípulos y a limpiarlos con el paño que se había ceñido. Vino, pues, a Simón Pedro. Y díjole Pedro: "Señor, ¿tú me lavas los pies?" Respondió Jesús y dijo: "Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora, mas lo sabrás después". Díjole Pedro: "No me lavarás jamás los pies". Respondióle Jesús: "Si no te lavare, no tendrás parte conmigo". Díjole Simón Pedro: "Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza". Dícele Jesús: "El que ha sido lavado no necesita sino de que se lave los pies, porque está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos"; porque sabía quién era el que lo había de entregar: por esto dijo no estáis todos limpios. Luego que les lavó los pies, tomó sus vestidos; y cuando se hubo sentado, díjoles de nuevo: "¿Sabéis lo que he hecho con vosotros?; vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien: lo soy, en efecto: si pues yo, el Señor y Maestro he lavado vuestros pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies: os he dado el ejemplo, para que así como yo hice a vosotros, así también vosotros lo hagáis.»
Viernes Santo
El Viernes Santo presenta el drama inmenso de la muerte de Cristo en el Calvario. La cruz erguida sobre el mundo sigue en pie como signo de salvación y de esperanza.

Los títulos de Jesús componen una hermosa Cristología. Jesús es Rey. Lo dice el título de la cruz, y el patíbulo es trono desde donde el reina. Es sacerdote y templo a la vez, con la túnica inconsútil que los soldados echan a suertes. Es el nuevo Adán junto a la Madre, nueva Eva, Hijo de María y Esposo de la Iglesia. Es el sediento de Dios, el ejecutor del testamento de la Escritura. El Dador del Espíritu. Es el Cordero inmaculado e inmolado al que no le rompen los huesos. Es el Exaltado en la cruz que todo lo atrae a sí, por amor, cuando los hombres vuelven hacia él la mirada.
Sábado Santo

Durante el Sábado santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su descenso a los infiernos y esperando en oración y ayuno su resurrección).
Es el día del silencio: la comunidad cristiana vela junto al sepulcro. Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja. Es día para profundizar. Para contemplar. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío.
Domingo de Resurrección
l Domingo de Resurrección o Vigilia Pascual es el día en que incluso la iglesia más pobre se reviste de sus mejores ornamentos, es la cima del año litúrgico. Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor. Y un dolor y gozo que se funden pues se refieren en la historia al acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación del pecado de la humanidad por el Hijo de Dios.

Ahora sabes bien lo que vamos a celebrar en semana Santa ...
¿¿¿Te animas a acompañarlo y tener una experiencia de fe???


Pastoral Juvenil y Misionera de la Parroquia Nuestra Señora de Itatí (Villa Chica)




Este Años lo vas a acompañar en el gran camino del Amor??? Te esperamos, anunciemos que nos salvó y que nos Ama.

Pascua joven
Capilla San Francisco de 9 a 12 hs el Jueves Santo
Capilla Señor del Milagro de 9 a 12 hs el Viernes Santo

Via Crucis: Viernes Santo a hs 18 desde Capilla B° Mapic, Angel de la Guarda, Señor del Milagro y Cristo Rey ... representado por los jovenes de la capilla ...
Te sumas??

Pastoral Juvenil Parroquia NS de Itatí -villa Chica

Domingo de Ramos reflexion

No se puede abordar la vida de Jesús a sangre fría, porque ahí se juega el destino del hombre: Jesús se presenta como el Maestro de la vida.
Sus lágrimas nos conmueven aún más al aproximarse el domingo de Ramos, donde asistimos a una especie de triunfo del Señor que no le lleva a engaño. Pocos días antes de su crucifixión, lleva sobre sí a toda la humanidad, a toda la historia, a todo el universo, a la luz de esta revelación formidable que hará de la muerte de
Dios una afirmación de su omnipotencia.
¿Cómo puede llorar Dios? ¿Qué significa esto? ¿No se repite hasta el infinito que Dios es omnipotente? Pues bien, no: lo que Dios ha revelado al mundo es precisamente el fracaso de un Dios que se revela como amor, que no es otra cosa que amor. ¿Y qué puede hacer el amor? Sólo amar. Y cuando el amor no encuentra amor, cuando siempre choca con un rechazo obstinado, se queda impotente, y sólo puede ofrecer las propias heridas. Si Dios no se hubiese comprometido con nuestro destino y nuestra historia hasta morir en la cruz, sería un Dios incomprensible y escandaloso. Por
suerte, Jesús nos ha librado de tal escándalo y na abierto los ojos de nuestro corazón: él imprime en lo más hondo de nuestra alma ese rostro de un Dios silencioso, de un Dios incapaz de obligarnos y que se entrega en nuestras manos, de un Dios que nos concedeun crédito insensato; de un Dios, finalmente, que no puede entrar en nuestra historia sin el consentimiento de nuestro amor.
Quien no se aleja de sí mismo para tomar contacto con Jesús no puede pretender haberlo encontrado

(M. Zundel, Sántille, Cinisello
B. 1990, 98s).

lunes, 22 de marzo de 2010

Día Mundial del Agua: Agua limpia para un mundo sano


El 22 de marzo se conmemora a nivel mundial el Día Del Agua. Instituido por las Na-ciones Unidas en el 1992, es el resultado de la Conferencia de Río de Janeiro sobre el cambiamiento climático, celebrada en el mes de junio de ese mismo año. Cada año viene seleccionado un tema. El lema de este año: - Agua limpia para un mundo sano. -Clean water for a healthy Word.

Invitamos a los Dehonianos a celebrar este día y ampliar el movimiento entorno al argumento, como también a sensibilizar la atención de las comunidades en relación a la critica situación del agua potable en nuestro tiempo.

Más información:
http://www.jpicpassionist.org/.

Cláudio Weber scj

sábado, 20 de marzo de 2010

Pascua Joven



Este año, ¿¿¿nos vas a acompañar???

martes, 16 de marzo de 2010

"MAESTRO BUENO, ¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA HEREDAR LA VIDA ETERNA?" (Mc 10,17)


Se hizo público hoy el mensaje a los jóvenes, del Santo Padre Benedicto XVI, para la XXV Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará el 28 de marzo, Domingo de Ramos, en todas las diócesis del mundo. El tema de este año es una frase del evangelio de San Marcos (Mc 10,17): "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?". "La presente XXV Jornada representa -dice el Papa- una etapa hacia el próximo Encuentro Mundial de los jóvenes, que tendrá lugar en agosto de 2011 en Madrid, donde espero que sean muchos los que vivan este acontecimiento de gracia.


Mensaje del Benedicto XVI para la XXV Jornada Mundial de la Juventud 2010



Queridos amigos:

Este año se celebra el vigésimo quinto aniversario de la institución de la Jornada Mundial de la Juventud, querida por el Venerable Juan Pablo II como cita anual de los jóvenes creyentes del mundo entero. Fue una iniciativa profética que ha traído frutos abundantes, permitiendo a las nuevas generaciones cristianas encontrarse, ponerse a la escucha de la Palabra de Dios, descubrir la belleza de la Iglesia y vivir experiencias fuertes de fe que han llevado a muchos a la decisión de entregarse totalmente a Cristo.

La presente XXV Jornada representa una etapa hacia el próximo Encuentro Mundial de los jóvenes, que tendrá lugar en agosto de 2011 en Madrid, donde espero que seréis numerosos en vivir este acontecimiento de gracia.

Para prepararnos a esta celebración, quisiera proponeros algunas reflexiones sobre el tema de este año: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" (Mc 10,17), tomado del episodio evangélico del encuentro de Jesús con el joven un tema ya afrontado en 1985, por el Papa Juan Pablo II en una bellísima Carta, dirigida por primera vez a los jóvenes.



1. Jesús se encuentra a un joven

Se ponía ya [Jesús] en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre." El, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme." Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mc 10, 17-22).

Este relato expresa de manera eficaz la gran atención de Jesús hacia los jóvenes, hacia vosotros, hacia vuestras expectativas, vuestras esperanzas, y muestra qué grande es su deseo de encontraros personalmente y de abrir un diálogo con cada uno de vosotros. Cristo, de hecho, interrumpe su camino para responder a la pregunta de su interlocutor, manifestando plena disponibilidad hacia ese joven, que estaba movido por un ardiente deseo de hablar con el “Maestro bueno”, para aprender de Él a recorrer el camino de la vida. Con este pasaje evangélico, mi Predecesor quería exhortar a cada uno de vosotros a “desarrollar su propio coloquio con Cristo – un coloquio que es de fundamental importancia y esencial para un joven" (Carta a los jóvenes, n. 2).



2. Jesús le miró y le amó

En el relato evangélico, san Marcos subraya cómo “Jesús, fijando en él su mirada, le amó” (cfr Mc 10,21). En la mirada del Señor está el corazón de este especialísimo encuentro y de toda la experiencia cristiana. De hecho el cristianismo no es en primer lugar una moral, sino experiencia de Jesucristo, que nos ama personalmente, jóvenes o viejos, pobres o ricos; nos ama también cuando le damos la espalda.

Comentando la escena, el papa Juan Pablo II añadía, dirigido a vosotros jóvenes: “¡Os auguro que experimentéis una mirada así! ¡Os auguro que experimentéis la verdad de que él, el Cristo, os mira con amor!" (Carta a los jóvenes, n. 7). Un amor, manifestado en la Cruz de manera tan plena y total, que hace escribir a san Pablo con estupor: “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal 2,20). "La conciencia de que el Padre nos ha amado desde siempre en su Hijo, de que Cristo ama a cada uno y siempre – escribe aún el papa Juan Pablo II – se convierte en un punto firme de apoyo para toda nuestra existencia humana" (Carta a los jóvenes, n. 7), y nos permite superar todas las pruebas: el descubrimiento de nuestros pecados, el sufrimiento, el desánimo.

En este amor se encuentra la fuente de toda la vida cristiana y la razón fundamental de la evangelización: ¡si verdaderamente hemos encontrado a Jesús no podemos menos que dar testimonio de él a todos aquellos que aún no han cruzado la mirada con él!



3. El descubrimiento del proyecto de vida

En el joven del Evangelio podemos ver una condición muy similar a la de cada uno de vosotros. También vosotros sois ricos en cualidades, en energías, en sueños, en esperanzas: ¡recursos que poseéis en abundancia! Vuestra propia edad constituye una gran riqueza no solo para vosotros sino también para los demás, para la Iglesia y para el mundo.

El joven rico pregunta a Jesús: ¿Qué tengo que hacer? La etapa de la vida en la que estáis inmersos es tiempo de descubrimiento: de los dones que Dios os ha otorgado y de vuestras responsabilidades. Es, también, tiempo de elecciones fundamentales para construir vuestro proyecto de vida. Es el momento, por tanto, de interrogaros sobre el sentido auténtico de la existencia y de preguntaros: “¿Estoy satisfecho con mi vida? ¿Hay algo que me falta?”.

Como el joven del Evangelio, quizás también vosotros vivís situaciones de inestabilidad, de turbación o de sufrimiento, que os llevan a aspirar a una vida no mediocre y a preguntaros: ¿en qué consiste una vida lograda? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cuál podría ser mi proyecto de vida? “¿Qué tengo que hacer, para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?" (Ibid., n. 3).

¡No tengáis miedo de afrontar estas preguntas! Lejos de abrumaros, éstas expresan las grandes aspiraciones que están presentes en vuestro corazón. Por tanto, deben ser escuchadas. Éstas esperan respuestas no superficiales, sino capaces de satisfacer vuestras auténticas esperanzas de vida y de felicidad.

Para descubrir el proyecto de vida que puede haceros plenamente felices, poneos en escucha de Dios, que tiene su diseño de amor sobre cada uno de vosotros. Con confianza, preguntadle: “Señor, ¿cuál es tu diseño de Creador y Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla”. Estad seguros de que os responderá. ¡No tengáis miedo a su respuesta! “Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo” (1 Jn 3, 20).



4. ¡Ven y sígueme!

Jesús invita al joven rico a ir más allá de la satisfacción de sus aspiraciones y de sus proyectos personales, le dice: “¡Ven y sígueme!”. La vocación cristiana brota de una propuesta de amor del Señor y puede realizarse solo gracias a una respuesta de amor: "Jesús invita a sus discípulos al don total de su vida, sin cálculo ni intereses humanos, con una confianza en Dios sin reservas. Los santos acogen esta invitación exigente, y se ponen con humilde docilidad tras las huellas de Cristo crucificado y resucitado. Su perfección, en la lógica de la fe a veces humanamente incomprensible, consiste en no ser el centro de sí mismos, sino en escoger el ir contracorriente viviendo según el Evangelio” (Benedicto XVI, Homilía con ocasión de las Canonizaciones: L’Osservatore Romano, 12-13 octubre 2009, p. 6).

A ejemplo de tantos discípulos de Cristo, acoged también vosotros, queridos amigos, con gozo la invitación al seguimiento, para vivir intensamente y con fruto en este mundo. Con el Bautismo, de hecho, él llama a cada uno a seguirlo con acciones concretas, a amarlo por encima de todo y a servirlo en los hermanos. El joven rico, por desgracia, no acogió la invitación de Jesús y se fue entristecido. No había encontrado el valor de apartarse de los bienes materiales para encontrar el bien más grande propuesto por Jesús.

La tristeza del joven rico del Evangelio es la que nace del corazón de cada uno cuando no se tiene el valor de seguir a Cristo, de realizar la elección correcta. ¡Pero nunca es demasiado tarde para responderle!

Jesús no se cansa nunca de volver su mirada de amor y de llamar a ser sus discípulos, pero Él propone a algunos una elección más radical. En este Año Sacerdotal, quisiera exhortar a los jóvenes y a los chicos a estar atentos a si el Señor os invita a un don más grande, en el camino del Sacerdocio ministerial, y a hacerse disponibles a acoger con generosidad y entusiasmo este signo de especial predilección, emprendiendo con un sacerdote, con el director espiritual el necesario camino de discernimiento. ¡No tengáis miedo, vosotros, queridos jóvenes y queridas jóvenes, si el Señor os llama a la vida religiosa, monástica, misionera o de especial consagración: Él sabe dar gozo profundo a quien responde con valor!

Invito, además, a cuantos sienten la llamada al matrimonio a acogerla con fe, empeñándose a poner bases sólidas para vivir un amor grande, fiel y abierto al don de la vida, que es riqueza y gracia para la sociedad y para la Iglesia.



5. Orientados hacia la vida eterna

"¿Qué debo hacer para tener en herencia la vida eterna?". Esta pregunta del joven del Evangelio parece alejada de las preocupaciones de muchos jóvenes contemporáneos, ya que, como observaba mi Predecesor, “¿no somos nosotros la generación a la que el mundo y el progreso temporal llenan completamente el horizonte de la existencia?" (Carta a los jóvenes, n. 5). Pero la pregunta sobre la “vida eterna” aflora en momentos dolorosos particulares de la existencia, cuando sufrimos la pérdida de una persona cercana o cuando vivimos la experiencia del fracaso.

Pero ¿qué es la vida eterna a la que se refiere el joven rico? Nos lo ilustra Jesús cuando, dirigiéndose a sus discípulos, afirma: “Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar” (Jn 16,22). Son palabras que indican una propuesta exaltadora de felicidad sin fin, del gozo de ser colmados por el amor divino para siempre.

Preguntarse sobre el futuro definitivo que nos espera a cada uno de nosotros da sentido pleno a la existencia, ya que orienta el proyecto de vida hacia horizontes no limitados y pasajeros, sino amplios y profundos, que llevan a amar el mundo, tan amado por el mismo Dios, a dedicarnos a su desarrollo, pero siempre con la libertad y la alegría que nacen de la fe y de esperanza. Son horizontes que ayudan a no absolutizar las realidades terrenas, sintiendo que Dios nos prepara una perspectiva más grande, y a repetir con san Agustín: “Deseemos juntos la patria celeste, suspiremos hacia la patria celeste, sintámonos peregrinos aquí abajo” (Comentario al Evangelio de san Juan, Homilía 35, 9). Teniendo fija la mirada en la vida eterna, el Beato Pier Giorgio Frassati, muerto en 1925 a la edad de 24 años, decía: “¡Quiero vivir y no vivaquear!”, y en la foto de una escalada, enviada a un amigo, escribía: “Hacia lo alto”, aludiendo a la perfección cristiana, pero también a la vida eterna.

Queridos jóvenes, os exhorto a no olvidar esta perspectiva en vuestro proyecto de vida: estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él, para siempre. Ésta os ayudará a dar un sentido pleno a vuestras elecciones y a dar calidad a vuestra existencia.



6. Los mandamientos, camino del amor auténtico

Jesús recuerda al joven rico los diez mandamientos, como condiciones necesarias para “tener en herencia la vida eterna”. Estos son puntos de referencia esenciales para vivir en el amor, para distinguir claramente el bien del mal y construir un proyecto de vida sólido y duradero. También a vosotros, Jesús os pregunta si conocéis los mandamientos, si os preocupáis por formar vuestra conciencia según la ley divina y si los ponéis en práctica.

Ciertamente, se trata de preguntas contracorriente respecto a la mentalidad actual, que propone una libertad desvinculada de valores, de reglas, de normas objetivas e invita a rechazar todo límite a los deseos del momento. Pero este tipo de propuesta en lugar de conducir a la verdadera libertad, lleva al hombre a ser esclavo de sí mismo, de sus deseos inmediatos, de los ídolos como el poder, el dinero, el placer desenfrenado y las seducciones del mundo, haciéndole incapaz de seguir su natural vocación al amor.

Dios nos da los mandamientos porque nos quiere educar en la verdadera libertad, porque quiere construir con nosotros un Reino de amor, de justicia y de paz. Escucharlos y ponerlos en práctica no significa alienarse, sino encontrar el camino de la libertad y del amor auténticos, porque los mandamientos no limitan la felicidad, sino indican cómo encontrarla. Jesús, al inicio del diálogo con el joven rico, recuerda que la ley dada por Dios es buena, porque “Dios es bueno”.



7. Os necesitamos

Quien vive hoy la condición juvenil tiene que afrontar muchos problemas derivados de la desocupación, de la falta de referencias ideales seguras y de perspectivas concretas para el futuro. Entonces se puede tener la impresión de ser impotentes ante las crisis y a sus consecuencias actuales. ¡A pesar de las dificultades, no os dejéis desanimar y no renunciéis a vuestros sueños! Cultivad en cambio en el corazón deseos grandes de fraternidad, de justicia y de paz. El futuro está en las manos de quienes saben buscar y encontrar razones fuertes de vida y de esperanza. ¡Si queréis, el futuro está en vuestras manos, porque los dones y las riquezas que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno de vosotros, plasmados por el encuentro con Cristo, pueden traer auténtica esperanza al mundo! Es la fe en su amor la que, haciéndoos fuertes y generosos, os darás el valor de afrontar con serenidad el camino de la vida y a asumir responsabilidades familiares y profesionales. Empeñaos en construir vuestro futuro a través de itinerarios serios de formación personal y de estudio, para servir de modo competente y generoso al bien común.

En mi reciente Carta encíclica sobre el desarrollo humano integral, Caritas in veritate, he enumerado algunos grandes desafíos actuales, que son urgentes y esenciales para la vida en este mundo: el uso de los recursos de la tierra y el respeto de la ecología, la justa división de los bienes y el control de los mecanismos financieros, la solidaridad con los países pobres en el ámbito de la familia humana, la lucha contra el hambre en el mundo, la promoción de la dignidad del trabajo humano, el servicio a la cultura de la vida, la construcción de la paz entre los pueblos, el dialogo interreligioso, el buen uso de los medios de comunicación social.

Son desafíos a los que estáis llamados a responder para construir un mundo más justo y fraterno. Son desafíos que requieren un proyecto de visa exigente y apasionante, en el que poner toda vuestra riqueza según el designio que Dios tiene sobre cada uno de vosotros. No se trata de realizar gestos heroicos ni extraordinarios, sino de actuar haciendo fructificar los propios talentos y las propias responsabilidades, empeñándose en progresar constantemente en la fe y en el amor.

En este Año Sacerdotal, os invito a conocer la vida de los santos, en particular la de los santos sacerdotes. Veréis que Dios les guió y que encontraron su camino día a día, precisamente en la fe, en la esperanza y en el amor. Cristo llama a cada uno de vosotros a comprometeros con Él y a asumir las propias responsabilidades para construir la civilización del amor. Si seguís su Palabra, también vuestro camino se iluminará y os conducirá a metas altas, que dan alegría y sentido pleno a la vida.

Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, os acompañe con su protección. Os aseguro mi recuerdo en la oración y os bendigo con gran afecto.

En el Vaticano, 22 de febrero de 2010

Benedicto XVI

lunes, 15 de marzo de 2010

Apertura del Año Pastoral en Parroquia Itatí

Ayer 14 de Marzo la Parroquia NS de Itatí, vivio en la celebración Eucarística dos acontecimientos muy importantes:
- Aniversario del Nacimiento del p. Dehon
- Apertura del Año Pastoral 2010

Antes de la Celebración Eucarística se realizó la Adoración Eucaristica en la cual se rezo muy especialmente por las vocaciones dehonianas, que se forman en la Congregación.

La presencia de un gran número de miembros de las diferentes comunidades, agentes de pastoral hizo de la celebración un momento de alegría y comunión.

Fue muy emotivo el signo de presentar en los granos de incienso por parte de cada agente de pastoral, un motivo para ofrecer nuestro trabajo y nuestro tiempo a Dios para anunciar la Buena Nueva de la Vida.

Recemos para que este año como Comunidad podamos ir creciendo en Comunión con todo el pueblo de Dios.

Sagrado Corazón de Jesús en Vos Confío!!!!

sábado, 13 de marzo de 2010

Biografía P. Dehon


León Dehon nace el 14 de marzo 1843 en La Capella, en Francia, diócesis de Soissons. Se alegrará de ser bautizado el 24 de marzo, en la vigilia de la Anunciación, “uniendo –escribe- mi bautismo al Ecce venio de Nuestro Señor”. Y así dirá a sus hijos los Sacerdotes del Corazón de Jesús: “En el Ecce venio y en Ecce Ancilla se encuentran toda nuestra vocación y misión”. Una tierna y filial devoción a la Virgen lo llevará a la contemplación apasionada del Corazón del Salvador atravesado en la cruz. El Corazón de Jesús y el Corazón de María, serán luz y fuerza para toda su larga vida.

De su familia, distinguida y apreciada, el joven Dehon recibe las características de nobleza de ánimo y distinción que lo hicieron rico en humanidad y abierto a relaciones de amistad con personalidades civiles y eclesiásticas durante su larga existencia. Particularmente daba gracias Dios “por el regalo de una madre que lo había iniciado en el amor al Corazón de Jesús”.

Durante sus estudios humanísticos, favorecido por la guía espiritual de sacerdotes eminentes en ciencia y virtud, siente la primera llamada al sacerdocio en la Navidad de 1856. Su padre, que tenía proyectos de una brillante posición social, intenta impedírselo enviándolo a estudiar a la Sorbona, en París, en la que, a sus 21 años, consigue el doctorado en derecho civil. Sus contactos con S. Sulpicio “donde reinaba un espíritu sacerdotal, refuerza su atractivo por el sacerdocio”. El padre, como queriendo quitarle la idea del sacerdocio, le ofrece un largo viaje por Oriente. El joven Dehon se alegra de recorrer sobre todo la tierra de Jesús y, a su vuelta, sin ceder a las presiones familiares, se para en Roma. Al Papa Beato Pío IX le confía su propia vocación. Y el Papa, en quien admira “la bondad unida a la santidad”, le invita a entrar en el seminario francés de Santa Clara”. Lo hará en octubre de 1865: “por fin me encuentro en mi verdadero ambiente: ¡era feliz!”.

Ordenado sacerdote el 19 de diciembre 1868, en S. Juan de Letrán, encuentra, junto a la alegría de su ordenación sacerdotal, la de la vuelta de su padre a la práctica religiosa. Después de la fuerte experiencia eclesial, como estenógrafo del Concilio Vaticano I, vuelve a su diócesis de origen, Soissons, obedeciendo a su Obispo, que lo nombra el último de los vicarios de S. Quintín. Con cuatro doctorados (derecho civil y canónico, teología y filosofía) y sobre todo con una sólida formación espiritual y eclesial, manifestará todo su fervor y sensibilidad en múltiples iniciativas pastorales y sociales: participará a los primeros congresos de asociaciones obreras, fundará un periódico católico, dará vida al Patronato de S. José para acoger y formar a jóvenes obreros y después fundará el Colegio de San Juan.

Nombrado por el Obispo confesor y director espiritual de las Siervas del Sagrado Corazón, podrá escribir: “Esta circunstancia providencial preparó la orientación de toda mi vida”. Si, porque a pesar de una actividad pastoral frenética, el canónigo Dehon se sentía atraído por la vida religiosa. El proyecto de amor y reparación al Corazón de Jesús que animaba el instituto de las Siervas, esperaba ser compartido por una congregación sacerdotal. Acompañando a su Obispo, en un viaje a Roma, pasando por Loreto, parada y etapa fundamental, fuente de inspiración originaria para su fundación, escribirá: “Aquí nació la Congregación en 1877”. En aquella casa, que siempre le recordará el hecho de la encarnación, en el Ecce Venio y el Ecce Ancilla, en los que intuye cuál debe ser el núcleo espiritual y dinámico de la Congregación.

El 28 de junio de 1878, fiesta del Corazón de Jesús, en el Colegio de S. Juan, emite sus primeros votos religiosos, como primer Oblato del Corazón de Jesús, uniendo el de víctima de amor y reparación. Por eso quiso llamarse Juan del Sagrado Corazón, nombre con el que se inició la Causa de Beatificación. Comienzan años de actividad ferviente, de florecer vocaciones, pero también de dificultades, incomprensiones y pruebas dolorosas, que llegarán hasta la supresión de la joven Congregación con el Consummatum est de 1883. El P. Dehon se siente “aplastado y machacado”, pero el gran sufrimiento es ocasión de una espléndida declaración de sumisión a la voluntad de Dios y de la Iglesia. La prueba será el amanecer del Instituto, con el nombre de “Sacerdotes del Corazón de Jesús”. Y el volver a nacer, el proyectarse hacia compromisos misioneros, apostolado social, misiones populares y evangelización. Recibido el Decretum laudis el 25 febrero 1888, va a Roma a agradecer al Papa León XIII, que lo anima a predicar sus encíclicas, a colaborar con los sacerdotes, a crear casas de adoración, ir a misiones lejanas: “Es la misión que nos confía el Papa”, anotará con alegría.

Otros Vía crucis se abren para él: calumnias sobre su comportamiento, dificultades con la diócesis, oposición dentro del Instituto. Parecía todo perdido e infamado. En el retiro ignaciano hallará la serenidad y renovará su pacto de amor: “Me ofrezco completamente a N. Señor para servirlo en todo y hacer su voluntad. Estoy pronto para sufrir lo que Él quiera con la ayuda de su gracia”.

Más tarde, meditando sobre las pruebas tan dolorosas de su vida, escribirá: “N. Señor ha aceptado mi oblación. Quería hacer una obra importante. Por eso hizo zanjas tan profundas”. La fecundidad de la cruz que el P. Dehon aceptó con fe, en espíritu de amor y de reparación, llevó a una consolidación y fuerte expansión de la congregación. Sostenido por la benevolencia de León XIII, Pío X, Benedicto XV, Pío XI, a los que profesó una devoción fiel y empeñada, el P. Dehon siguió incansable su misión, con escritos, la revista El Reino del Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades, las conferencias (famosas en Roma y en Milán) la participación a congresos, y sobre todo las numerosas fundaciones de la Congregación: “El ideal de mi vida -dejó escrito en las últimas páginas de su diario-, el voto que formulaba con lágrimas en mi juventud era ser misionero y mártir. Me parece que este voto se ha cumplido. Misionero lo soy, por los más de cien misioneros por todo el mundo; mártir por que N. Señor dio cumplimiento a mi voto de víctima”.

Hombre incansable a pesar de su fragilidad física, sostenido por una fe profunda y genuina, hecha “de certeza en la confidencia”: la roca sobre la que el P. Dehon había construido el edificio de su vida y de su misión. De ella provenía el optimismo cristiano y constante, que superando toda prueba lo llevaba a mirar hacia delante con esperanza: “tenía una fe radiante que la manifestaba en la predicación y con el ejemplo, con un amor ardiente al Corazón de Cristo”. Amor y reparación eran sus grandes preocupaciones: reparación eucarística mediante la adoración confiada a sus religiosos como misión en la Iglesia; reparación social mediante la justicia y caridad como caminos hacia una “civilización del amor”. En la contemplación del Corazón de Cristo llega a aquello que fue considerado como una constante de su personalidad: la bondad luminosa que lo rodeaba de un atractivo y afecto grandes, especialmente entre los jóvenes, llegando a ser conocido como el “Trés Bon Père”.

Había en él un admirable equilibrio de virtudes humanas, en la simplicidad y en contexto de la vida ordinaria, que él con el celo apostólico y ascesis mística, con la gracia del Señor, hizo sobrenaturales en el esfuerzo constante hacia la perfección sacerdotal y religiosa, un ejemplo de sacerdote y religioso para los tiempos modernos.

El Padre Dehon muere en Bruselas el 12 de agosto de 1925. Volviendo su mano hacia la imagen del Corazón de Jesús, con voz clara, exclamó: “Por Él vivo, por Él muero”. A sus hijos espirituales, los Sacerdotes del Corazón de Jesús (llamados también dehonianos y reparadores), y a todos los que ven en él un padre y un guía para vivir en el Evangelio en la espiritualidad del Corazón de Cristo, la Familia Dehoniana actual, ha dejado en su estamento espiritual escrito: “Os dejo el más maravilloso de los tesoros. El Corazón de Jesús”.

“El reino del Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades”, así compendiaba sus más altas aspiraciones y la misión de la Familia Dehoniana en la Iglesia: El reino de la civilización del Amor.

14 de Marzo - Nacimiento P. Dehon

miércoles, 10 de marzo de 2010

Ayuda a Chile


La ayuda que más ayuda es aquella que se organiza

Nos sentimos unidos al profundo dolor que están viviendo nuestros hermanos y hermanas chilenos. Durante estos días nos comunicamos con Cáritas Chile para brindarles nuestra cercanía y ponernos a disposición para colaborar en lo que necesiten, confiando que Jesús transforme nuestra solidaridad en signo de esperanza y de presencia amorosa en medio de tanto sufrimiento”, expresa Mons. Fernando Bargalló, obispo de Merlo-Moreno y presidente de Cáritas Argentina y de Cáritas Región América Latina y El Caribe, al referirse al terremoto ocurrido en la madrugada del pasado sábado.
Cáritas Chile está trabajando en coordinación con organismos gubernamentales y de la sociedad civil e inició una campaña de donación de fondos y de alimentos no perecederos, destinados a las comunidades más impactadas. “La magnitud y profundidad de la catástrofe, que ha afectado más gravemente a las regiones con mayores índices de pobreza del país, ciertamente requerirá del apoyo de la familia de la Cáritas Regional e Internacional”, afirma Lorenzo Figueroa, director de esta Cáritas hermana.
“Estamos tremendamente agradecidos y queremos señalarles que tanto en este momento de abordaje de la emergencia como en el proceso de reconstrucción posterior, necesitaremos de vuestra compañía y apoyo para anunciar esperanza en medio del sufrimiento de nuestro pueblo. Estamos viviendo esta situación con la fuerza que nos da su amistad y preocupación permanentes”, añade Figueroa.
“Nuestras redes de comunicación, capacidad y lugares de recolección y distribución serán nuestro primer aporte”, describe y agrega que en estas horas estarían constituyendo en Chile “un comité especial para ir diseñando medidas de mediano y largo plazo”. Asimismo, esperan hacer aportes al sistema de prevención y alerta de emergencias del país.
Asumiendo que la donación en dinero facilita el acceso y administración de los fondos desde el mismo lugar donde se realiza la asistencia, Cáritas Argentina ya habilitó una cuenta bancaria destinada especialmente para este fin.

Cuenta corriente Banco Nación Nº 38632/92
Sucursal Plaza de Mayo 0085
CBU 01105995-20000038632921
A nombre de: Cáritas Argentina
CUIT 30-51731290-4

En cuanto a las donaciones en especie, se decidió por el momento no iniciar campañas de recolección, ya que lo acordado con Cáritas Chile es esperar sus indicaciones, para direccionar la ayuda a las necesidades reales de la población. En esa línea, ya se pusieron a disposición las Cáritas que integran la Región Cuyo, quienes por cercanía geográfica podrían –de ser necesario- coordinar por tierra envíos de donaciones.
Por su parte, y con previa confirmación de Cáritas Chile, Pastoral Social–Cáritas de la Región América Latina y El Caribe y la red de Caritas Internationalis, estarían enviando en las próximas horas un equipo de rescatistas a la zona del terremoto, integrado entre otros por Héctor Hanashiro, coordinador regional de Cáritas en el tema Medio Ambiente, Gestión de Riesgo y Emergencia y Alistair Dutton, Director Humanitario de Caritas Internationalis.
Sabiéndonos unidos por la oración que, especialmente compartimos en este tiempo de Cuaresma, pedimos al Señor Misericordioso y a María Santísima de Guadalupe que alivie, bendiga y consuele al pueblo chileno.
Gracias por difundir esta información

Cáritas Argentina – Comisión Nacional
Balcarce 236 – CP (1064), Buenos Aires
Telefax: 4342-8650 / 7931 / 7936 int. 122
Para prensa: Patricia Tancredi 15-4559-9198
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www.caritas.org.ar

Declaración de los Obispos



1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.

2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social” . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.

3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios” . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.

4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.

5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre” . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.

Notas:
(1) Cea. “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad. 2010-2016”, n°35.
(2) Cea. “Afrontar con grandeza nuestra situación actual”, n°11.
(3) Salmo 28 (27) 8-9.

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lunes, 8 de marzo de 2010

Colegio Dehoniano en Villa Celina

Cuaresma

Día de la mujer



Para que la distinción de género nos ayude a valorar a las mujeres que aportan tanto y mucho en el mundo. Por tantas mujeres que "todavía" sufren, son maltratas, golpeadas, y esclavizadas. Que este día sea un día para poder ser concientes que no son el sexo débil, sino el sexo "diferente" que complementa a la otra mitad.
Que este día de la mujer les devuelva la dignidad, y que podamos ver en cada una de ellas una sonrisa.
Que Dios bendiga a todas las mujeres.


Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta!

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.

Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y muriendo!
Así en horas profundas sobre los campos he visto
doblarse las espigas en la boca del viento.

Pablo Neruda

martes, 2 de marzo de 2010

La Vida siempre es un Don

A propósito de la solicitud de un aborto para una joven violada en esa ciudad


La Vida siempre es un Don


Como padre y pastor de la grey católica de este lugar quisiera ofrecer mis reflexiones a los fieles, a las personas de buena voluntad y a toda la sociedad, en torno a la delicada y grave situación planteada ante la solicitud de práctica de aborto para una joven violada en la ciudad de Comodoro Rivadavia

En primer lugar quiero expresar mi acompañamiento cálido y comprensivo para la joven y su familia que viven un momento de dolor profundo y desesperante.

Tan delicada situación requiere una adecuada respuesta de la sociedad para evitar que las decisiones en contexto de desesperación, provoquen daños aún mayores.

La vida humana es un don precioso que comienza en el momento de la fecundación, tal como lo reconoce la ciencia médica y la legislación vigente. Allí comienza un nuevo ser con características e identidad genética propias, que es por tanto, sujeto de derechos.

Sus derechos y su dignidad no dependen de ninguna variable de evolución, de condición o de circunstancias en que llegó a la vida.

De esta forma queda claro que el aborto constituye un grave atentado a la vida humana, por el que se condena a muerte a quien no es culpable de nada. La condición de inocencia de la persona por nacer, muestra a las claras el desenfoque en el que se incurre: la muerte del niño por nacer nunca resuelve el problema inicial, en este caso la violación. Lo único que se logra es sumar otro hecho doloroso.

Esta percepción del valor de la vida humana pertenece a la identidad cultural de nuestro pueblo. En efecto, nuestro pueblo valora la vida y la defiende, y sólo llega a plantearse el aborto acosado por la desesperación. Desde nuestra experiencia pastoral podemos constatar las traumáticas consecuencias que se desencadenan en la conciencia de las personas que han recurrido al aborto.

Por eso nos preocupa que organismos y entidades que se constituyen para luchar en contra de la discriminación y a favor de la igualdad de derechos, pretendan que se alcancen dichos objetivos negando un derecho tan fundamental.

Nos preocupa que se pretenda instalar en la sociedad la grave contradicción conceptual que considera el aborto como un derecho, cuando en realidad es exactamente lo contrario: la negación a alguien del derecho fundamental a la vida.

El país ha sufrido mucho por el imperio de la muerte, como fácil solución de problemas emergentes. Hoy padecemos sus consecuencias. Darle cabida al aborto sería ahondar la herida de nuestra Nación, y agravar su enfermedad. El Estado, desde todas sus instituciones debe ser el garante de la vida, los derechos y la felicidad de todos.

Por esta razón nos preocupa además que trate de negarse la consideración religiosa y espiritual que merece el caso, como lo hizo la representante de INADI en Chubut, argumentando que somos un estado laico. Las convicciones religiosas de la familia implicada en esta dolorosa situación no pueden ser ignoradas ya que también constituyen un derecho de las personas.


Esta familia es creyente, hija de la Iglesia, cree en Jesucristo que es Dios de la vida y del amor. El, desde el misterio de la cruz y de la resurrección, toma parte en su sufrimiento y en esta terrible noche oscura por la que esta familia atraviesa. El le ofrece la fuerza para acoger con valentía el don de la vida inocente a pesar de las circunstancias en las que se gestó.

La Iglesia se compromete a acompañar a la familia a lo largo del embarazo, nacimiento y ulterior acogida en su hogar natural o también, como alternativa posible, le ofrece el amor de muchas otras familias dispuestas a adoptar la criatura.

Sentimos el deber de felicitar y sostener al Comité de Bioética del Hospital Regional y a la Jueza de Familia Nº 3 de Comodoro Rivadavia, Dra. Verónica Daniela Robert que, asumiendo su recomendación, se posicionó en defensa de la vida rechazando el pedido de aborto.

Valoramos asimismo a los Medios (Diario “Crónica”, entre ellos) por su servicio no sólo de informar, sino de ampliar oportunamente los horizontes del debate de un tema tan delicado.

La vida es un don. Su acogida es fuente de bendición para las personas y las sociedades. En este caso particular puede serlo para la comunidad de Comodoro Rivadavia, que proyecta su futuro con esperanza.

Comodoro Rivadavia, 23 de febrero de 2010
Día del nacimiento de nuestra ciudad.

+ P. Virginio D. Bressanelli scj
Administrador Apostólico y Comunidad Diocesana de Comodoro Rivadavia