¡Buen día! Quienes están familiarizados con el uso de Facebook, desde hace un tiempo ya pueden conectarse nada menos que con Benedicto XVI. No tienen más que cliquear www.pope2you.net
Bueno, por ahora conectarse es un modo de decir. En realidad el no interviene personalmente en este portal, sino que está disponible para que todo el mundo pueda tener acceso a palabras y fotos del Papa. Aunque cualquiera podía acceder a Facebook, por ahora está diseñado sobre todo para la gente joven, para quien Benedicto XVI dedicó un lugar relevante en su Mensaje para la Jornada Mundial 2009.
De todos modos, el Vaticano ya se comunicaba a través de iPhone, WikiCatch y You Tube, respondiendo en esto a las necesidades comunicacionales del hombre actual.
Según leo por ahí, el arzobispo Claudio María Celli, primer responsable de la comunicación vaticana, dijo que “desde aquí la Iglesia llevará la palabra de Cristo a los jovenes de todo el planeta, comunicando en amistad con ellos. ... Habrá noticias en tiempo real, en cinco idiomas (español incluido), sobre las actividades de Benedicto XVI, que podrán ser leídas también en el teléfono celular. A su vez monseñor Paul Tighe, secretario del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, puntualizaba: “La Iglesia es muy consciente de que hay una nueva cultura de la comunicación. El nuevo portal es una manera de asumir el desafio de alcanzar a los jóvenes... Si en los siglos pasados la Iglesia iba a nuevos continentes para llevarles el mensaje de Cristo, hoy lo hace “on line”.
Es notable como la Iglesia, desde los primeros tiempos, ha usado los medios de comunicación de acuerdo a las posibilidades de cada época. Durante muchos siglos fue la escritura manual, luego vino la imprenta con su formidable desarrollo. En tiempos más recientes luego la radio, la TV, Internet y los recursos de última generación. La Iglesia no podia estar ausente. De todos modos, queda siempre la pregunta de saber como incluir contenidos que contribuyan a una comunicación efectiva. Que tenga “llegue”, como dicen los santiagueños.
¡Hasta mañana!
Padre José Ceschi
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