sábado, 4 de abril de 2009

Hoy


¡Buen día! “Solamente existe un momento en el que puedes experimentar algo y ese momento es ahora. Sin embargo, se desperdicia mucho tiempo en rememorar el pasado y hacer infinitos proyectos, muchos irrealizables, para el futuro”. Lo afirmaba Juan Pablo II en uno de sus escritos.

Que no nos preocupe el futuro ni nos aniquile el pasado, que no nos llenemos de angustia por lo que vendrá ni de culpabilidad por lo que ya fue! Vivamos el hoy, solamente el hoy, con la seguridad de que habrá mejores tiempos.
Por ello, en vez de lamentarnos, de quejarnos, de autoaniquilarnos, empecemos a ver los fulgores de un nuevo día y regocijémonos por todo lo que aún podemos disfrutar, de todo lo que tenemos, de todas las riquezas no materiales que el Creados nos ha dado: los días de sol, los paisajes, los amigos, los hijos, los abuelos, los padres, los hermanos....
Entonces, no perdamos nuestro tiempo, no perdamos nuestra vida. Hay que empezar de nuevo, rescatémonos a nosotros mismos, reestructuremos nuestra mente y recuperemos nuestra esperanza”.
Para el final, un pensamiento de Jan Glindewell: “A veces nos aferramos al pasado de tal manera, que no tenemos con qué abrazar el presente”.
¡Hasta mañana!

Padre José Ceschi

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